Cuando se lanzó el primer trailer de Brightburn: Hijo de la Oscuridad, nos presentó la posibilidad de ver a un Superman malo. Desde entonces, y sabiendo que James Gunn está ligado al proyecto como productor, surgieron muchas conjeturas sobre si una historia de terror con un superhumano como villano podría funcionar. ¿Lo hace? De alguna manera sí, pero Brightburn, tratando de no caer en el «boom» de las películas de superheroes, deja de lado un elemento importante de estas películas: lo grandioso de tener superpoderes.

La película nos cuenta la historia de Tori y Kyle Bryer, interpretados por Elizabeth Banks y David Denman, quienes no pueden tener hijos a causa de problemas de esterilidad. Una noche, un cohete del espacio se estrella en su patio trasero y de allí recuperan a un bebe al que llaman Brandon, interpretado por Jackson A. Dunn, quien crece para convertirse en un niño muy inteligente aunque algo aterrador. El problema es que Brandon no es de este planeta y oculta un oscuro secreto: nunca se ha herido o enfermado y, a medida que crece, desarrolla habilidades que no son humanas.

Lo que acabamos de leer es prácticamente la historia de origen de Superman, aunque Brightburn, de hecho, es más la historia de origen de Goku. La película tiene una trama sólida y una vez que ocurre el evento que dispara el cambio en Brandon, aunque sabemos por donde irá la historia a partir de ese momento, el enfoque de película de terror y no de superhéroes hace muy atractivas escenas que ya hemos visto, como a un muchacho descubrir sus poderes e impresionarse, o usar super fuerza de manera accidental.

La actuación de Dunn es muy buena porque realmente nos vende a un niño que tiene serios problemas sociales y que asusta incluso sin saber qué cosas puede hacer, además de que es bueno vendiéndote a un pequeño psicópata. Elizabeth Banks es muy convincente en su papel como madre sobreprotectora que le perdona todo a su pequeño monstruo, y la mitad de la película la pasamos dándole la razón al padre, quien entiende que el niño es diferente y que debe ser vigilado o detenido en su momento.

La música en Brightburn es la clásica de películas de terror, y este es uno de los puntos flojos de la película. Otro que si bien la cinta es buena creando elementos de suspenso, al entender la extensión de las capacidades del «ente» que amenaza el pueblo, se vuelve poco creíble que se esconda por allí detrás de cosas o que se mueva lentamente intentando asustar gente… sobre todo cuando puede lanzar rayos laser por los ojos.

La película, de nuevo, tiene un aura tan de película de terror que es difícil creer que muchas de las cosas que pasan puedan ocurrir así. Sin embargo, se vuelve entretenido sobre todo para los fanáticos del Hombre de Acero, pues nos lleva a ver qué pasaría si visiones como las de Lex Luthor o la que llevó a Batman a pesar en cómo acabar con Superman, se volviesen realidad.

Dicho todo eso, a Brightburn: Hijo de la Oscuridad le damos 7.5 naves espaciales de 10.