En un tranquilo rincón de la campiña inglesa, vive un conejo muy inquieto y travieso llamado Peter. Pobre de aquel que sea víctima de sus travesuras… Y dichosos aquellos que decidan disfrutar de su historia en Peter Rabbit.

Los cuentos infantiles de la autora inglesa Beatrix Potter han tomado su reconocido lugar en la cultura popular desde su publicación, y junto a ellos, sus personajes y las ilustraciones de los mismos de la mano de la misma Potter. Esta vez, Sony Pictures se encargó de llevar a la gran pantalla a uno de sus personajes más simpáticos a través de una película que mezcla las técnicas de animación (para los animales protagonistas) con el live-action, bajo la dirección de Will Gluck (Annie, Easy A).

En un principio, al igual que en el cuento original, el film nos narra la historia de Peter y su constante guerra contra el cascarrabias señor Gregorio (McGregor, en el inglés original), interpretado por Sam Neill: Peter quiere las verduras y frutas de la huerta del señor Gregorio y se cuela constantemente al jardín del propietario para conseguirlas, mientras que el amargado señor intenta siempre mantener a los conejos alejados de sus vegetales… aunque, por supuesto, Peter siempre logre burlarse de él.  Quienes siempre lo ayudan en sus misiones «suicidas», son su primo Benjamín (quien lo sigue a todos lados, pese a ser menos osado que el protagonista) y sus tres hermanas trillizas: Pelusa, Pitusa y Colita de Algodón, cada una con una personalidad bien definida que saca las risas del público en más de una ocasión.  Al contrario del señor Gregorio, se halla otra vecina del campo llamada Bea (en honor a la autora de los libros), interpretada por Rose Byrne, quien mantiene una relación casi maternal con los conejos y siempre los saca de apuros cuando el señor Gregorio les pone las manos encima. Todo cambia cuando llega un nuevo señor Gregorio para habitar la vieja casa, quien resulta ser más joven, más estricto y más difícil de burlar para los conejos. Desde entonces, la lucha del audaz Peter contra el joven Thomas Gregorio (Domhnall Gleeson), no solo será por los vegetales del huerto, sino por el afecto y la atención de su querida amiga Bea.

Resulta interesante el giro que toma esta moderna adaptación del cuento infantil, ahondando en el trasfondo sentimental que encarna la lucha entre el conejo y el campesino.  Contrario a lo que pordía pensarse, el joven señor Gregorio no se muestra como un antagonista vil típico de los cuentos y fábulas, sino que constituye incluso uno de los personajes focales del film, permitiendo que el público conozca un poco más sobre sus deseos, ambiciones y sobre sus trastornos obsesivos. La constante pelea de trampas entre el conejo y el humano resulta bastante entretenida y disfrutable, y aunque la cinta cuenta con varias escenas de gags de comedia física, éstas no constituyen la base humorística de la misma; el humor se halla principalmente en los diálogos y en los personajes en sí (especialmente las hermanas Rabbit, que en verdad son un encanto), y es esto lo que hace que la película sea verdaderamente disfrutable y no se perciba como una película de comedia dirigida solamente hacia un público infantil. De hecho, hay varios chistes con un sutil tono de humor negro, presentados desde una visión ingenua como es la de los conejos. Aunque su elemento principal sea la comedia, se percibe un equilibrio entre las dosis de comicidad y acción, y el toque de sentimentalismo (no romanticismo) que aporta la trama, por lo que tanto el público infantil como el adulto podrán disfrutar tranquilamente de este film animado.

Por otro lado, en Peter Rabbit podemos apreciar varias referencias a los cuentos de Beatrix Potter, ya que no solo aparecen varios personajes del universo de animales creado por la autora, sino que también se aprecian claras referencias a las ilustraciones de sus cuentos, de la mano del personaje de Bea, por supuesto. La película en verdad rinde cierto homenaje a la autora, no sólo por estas referencias sino por ciertos detalles en las historia en sí que claramente la vinculan con el mundo en el que se desarrolló la autora: la afición y la sensibilidad hacia aquellas cosas que remiten a nuestra infancia o hacia el mundo infantil en general; desde los juguetes hasta esa relación de los niños con los animales, llena de ingenuidad y confianza, a diferencia de la que tiene con ellos el viejo Gregorio.

Por otro lado, en el film se aprecian nuevamente los dotes de Domhnall Gleeson para la comedia, demostrando además por primera vez sus habilidades para la comedia física. En verdad su interpretación resulta convincente y se percibe como gran antagonista para los conejitos vecinos. Aunque es una pena que Sam Neill no tuviese mucho más tiempo en pantalla.

Si bien en los últimos años el uso de la técnica de mezcla de animación computarizada con actores de carne y hueso ha generado cierta desconfianza por los resultados de las películas infantiles en las que se ha utilizado (para muestra, varios botones: El oso Yogi, Los pitufos, Garfield, etc.), este film podría colocarse en el renglón de la excepción junto a los filmes de Paddington El Libro de la Selva, aunque sin llegar a destronarlos. La animación computatizada encuentra un equilibrio perfecto entre el realismo de los animales y las ilustraciones originales de los personajes, representadas por Potter en acuarela y desde una mirada llena de ternura infantil. Visualmente, resulta un deleite y el uso de canciones pop actuales (y ni tan actuales) en la banda sonora, aporta también un fresco giro de modernidad a esta nueva adaptación del cuento infantil con el que muchos niños de hoy en día podrían identificarse.

Definitivamente, las risas no faltarán en las salas de cine y más de uno saldrá con ganas de adoptar un conejito, o al menos (para aquellos que puedan) dejarlo entrar en su jardín y que se alimente de sus vegetales.

ModoGeeks le da 8/10 zanahorias a Peter Rabbit.