Pocas leyendas de la idiosincracia latinoamericana se han arraigado tanto en tantos países como la de la Llorona, pues cada país de la región tiene su propia versión de la misma, incluyendo el sur de los Estados Unidos, algo que pudimos ver en La Maldición de la Llorona, del director Michael Chaves y producida por el mismo equipo detrás de El Conjuro.

La Maldición de la Llorona comienza por contarnos la historia clásica de la leyenda (o, por lo menos, su versión mexicana) en la que una mujer (Marisol Ramirez), en venganza contra su esposo por una infidelidad, ahoga a sus dos hijos para hacerlo sufrir, sucidándose tras el hecho. Luego de eso nos situamos en Los Ángeles de 1970, donde conocemos a Anna Tate-García (Linda Cardellini), madre de dos niños (¡sorpresa!) y trabajadora social encargada de casos de maltrato infantil. Anna debe atender el caso de Patricia Álvarez (Patricia Velasquez), cuyos hijos están desaparecidos y aparecen muertos, ahogados en un rio cercano. Desde ese momento, la familia de Anna se ve perseguida por un ente sobrenatural reconocible por su llanto constante y su persecución endemoniada contra los hijos de Anna.

La Maldición de La Llorona tenía todo el potencial de convertirse en una muy buena entrega dentro del universo de El Conjuro, pero cometieron el mismo error que esta cinta en ese sentido: la película se apoya mucho en el jumpscare para causar miedo, dejando de lado una narrativa que tiene cientos de años, literalmente, atormentando los sueños de miles de personas por toda Latinoamérica. Al principio empieza bien, con sustos bien repartidos en escenas que se van construyendo poco a poco; sin embargo, una vez que llegamos al momento en que la verdadera acción empieza, todo se trata de cuidarnos de las esquinas y saber gracias a la música que viene un susto. Lo que nos lleva al apartado musical, que no es para nada destacable, ya que la musica nos vende los sustos y, aparte de eso, más que un acompañamiento se siente como ruido de fondo.

No obstante, las actuaciones sí son algo que vale la pena nombrar, pues Linda Cardellini, como protagonista, nos vende bien el papel de la madre abnegada que lo daría todo por sus hijos, mientras que la participación de Patricia Velasquez es corta, aunque buena, remarcando el sufrimiento que siente por la pérdida de su familia. Los hijos de Anna, Samantha y Chris (Jaynee-Lynne Kinchen y Roman Christou, respectivamente) no destacan mucho en sus papeles, pero nos venden buenos gritos a lo largo de la cinta.

En general, La Maldición de la Llorona deja mucho que desear, pues aunque cumple con el propósito de asustar a la audiencia, no lo hace de la forma más idónea. Sea como sea, tendremos que esperar para saber si algún día la vuelta del espíritu recolector de almas de la Llorona.

ModoGeeks le da a La Maldición de la Llorona 6/10 llantos.