The Trials of Apollo: The Burning Maze es la tercera entrega de la nueva serie de Rick Riordan enfocada en las desventuras del dios Apolo luego de haber sido expulsado del Olimpo -tras los eventos de Héroes del Olimpo– y convertido en un pusilánime (sus palabras, no las mías) adolescente humano llamado Lester Papadopoulos. Ya habíamos tenido un primer adelanto de este libro, en el que Apolo, Meg y Grover están recorriendo el Laberinto… sí, el mismo Laberinto de Dédalo que se supone había sido destruido tras su muerte pero que, tal como descubrimos en La Casa de Hades, está de vuelta. Por desgracia.

En este libro, el pasado sigue persiguiendo a Apolo, aunque no como en el caso de lo que le pasó con Cómodo. En The Burning Maze es aquel juramento que rompió en el primer libro el que lo está persiguiendo, y Estigia va a cobrárselo… con consecuencias letales, lo que hace que este libro sea el verdadero giro de trama en la serie e incluso en todas las obras de Riordan sobre los semidioses griegos. Hasta este punto, sabíamos que el riesgo existía (ya lo dice Percy al inicio de El ladrón del rayo, después de todo), pero cuando hasta Leo logra volver de la muerte luego de haber volado en micropedacitos, eso te da una cierta sensación de seguridad, una falsa sensación de seguridad que se ve atravesada por la espalda con una lanza.

Estos libros siempre han estado enfocados a niños de secundaria, y en cierta forma, una lección importante a esa edad es aprender que la muerte siempre va a estar ahí, como parte de la vida, y que nuestras acciones tienen consecuencias y que no somos indestructibles como Superman. Que la lección sea importante no significa que no duela, y las repercuciones de esa muerte se extenderán no sólo hacia Apolo sino hacia todos los personajes, griegos y romanos por igual.

En aspectos menos ominosos, este libro cierra varios agujeros argumentales que habían quedado abiertos en las novelas anteriores, lo que aumenta la cohesión y la continuidad entre las tres sagas (Percy Jackson y los Olímpicos, Héroes del Olimpo y Las Pruebas de Apolo) y nos ofrece un par de respuestas que algunos fanáticos habíamos estado buscando por años. Así mismo, en sus páginas podemos leer la evolución que han tenido Meg y Apolo, individualmente y como equipo. Ya no son solamente ama y sirviente atados el uno al otro porque el destino (y Zeus) es cruel, sino que ya se consideran amigos y más importante -luego de todo lo que han tenido que sufrir-, familia. Las heridas causadas por años de abuso están empezando lentamente a curarse en Meg y ella está comenzando a darse cuenta de que lo que vivió por años con Nerón era precisamente abuso, y todos la estamos apoyando para que logre superarlo, pero nadie tanto como el mismo Apolo, quien finalmente (y esto lo decimos con cariño) está aceptando su castigo y madurando sobre los motivos que lo llevaron a estar en esta situación.

La participación de Jason, Piper y Grover en la trama nos trae algo de nostalgia, pues sus aventuras ciertamente fueron más fáciles que la misión de Apolo de liberar a sus oráculos y enfrentarse a su némesis Pitón. Pero Grover ahora es un Señor de la Naturaleza y su responsabilidad está precisamente con la naturaleza y con protegerla, ya su tiempo para emprender aventuras épicas pasó y él lo sabe, aun si quisiera poder ayudar más. Jason y Piper han evolucionado desde que nos despedimos de ellos al final de La sangre del Olimpo, y aunque esta evolución no haya ido en la dirección que nos habría gustado, tiene sentido dentro de la historia y ya ellos también han cumplido su tiempo como los héroes salvadores y es momento de retirarse. Para Piper, retirarse implica reunirse con su padre y recuperar la vida que perdieron, y para Jason, será una despedida digna del más grande de los héroes romanos.

Ahora, el siguiente paso de Meg y Apolo será ir en busca de la tumba del último rey de Roma en The Trials of Apollo: The Tyrant’s Tomb, que llegará a las tiendas en otoño del 2019, dándonos más de un año para recuperarnos de todo lo que pasó en este libro.

Hoy no hay haiku
que al héroe honre
Apolo sigue

Por darnos esperanza y destruir nuestra inocencia como sólo sabría hacerlo una tragedia griega, y por ser justo lo que Apolo necesitaba para ponerse serio sobre su misión, aquí en ModoGeeks le damos a The Burning Maze 9/10 semillas de Melíades.