El tiempo pasa, incluso en el universo de Cars. Nuevos corredores han llegado a los circuitos de la Copa Pistón, y tal vez ya sea el momento de que el legendario Rayo McQueen se retire… ¿o no? Ésa es la premisa básica de Cars 3, en la que volvemos a encontrarnos con el Rayo y los habitantes de Radiator Springs, en el momento culminante de la épica carrera del primero. Pero cuando una nueva generación de corredores novatos, más veloces, aerodinámicos y con nuevos métodos de entrenamiento, llega a los circuitos, todo tiene que cambiar, inevitablemente.

El primer trailer de Cars 3 nos sorprendió precisamente porque veíamos al Rayo volcándose aparatosamente cual Pastor Maldonado, en un accidente que fácilmente podría haberle costado su carrera y algo más. Pero hablamos del Rayo McQueen. Y de Disney-Pixar. Rendirse habría sido muy fácil, y ahí es donde comienza a desarrollarse la película.

El punto de Cars 3 no es el regreso a la gloria del novato de oro, ni el rival del Rayo es Jackson Storm; el enemigo aquí es el tiempo, algo que ni siquiera el mejor auto de carreras puede vencer. Y cualquiera que haya leído un libro de historia sabrá que la única forma de vencer al tiempo es adaptándose a los cambios y evolucionando con ellos, y esa es una lección que el Rayo aprende sin darse cuenta.

El elenco de la primera parte sigue ahí, siendo el apoyo que el 95 necesita en la pista y fuera de ella, pero el universo de Cars se expande con nuevos jugadores en el tablero, en particular Jackson Storm, el nuevo novato maravilla con un problema de actitud y un ego tan alto como las velocidades que puede alcanzar, y Cruz Ramírez, una motivadora que acabará mostrando que un corredor necesita más que frases de autoayuda para enfrentarse a la pista y ganar en ella.

Cars 3 comparte con otras películas (Piratas del Caribe, por ejemplo) esa sensación de ir cerrando ciclos para permitir a la franquicia tanto descansar como seguir adelante con otros protagonistas, según decida el estudio, y que se sienta como un paso natural de la misma. Le reconocemos a Pixar no haber seguido estirando la historia y las hazañas del Rayo hasta el punto que se volviera aburrido o insípido, sino haberle dado la conclusión que el campeón merecía, aprovechando en el camino para darnos (al público y a Jackson Storm) una lección.

Colorida, divertida, con una animación impecable y una buena enseñanza para su protagonista y para nosotros en la audiencia, ModoGeeks le da a Cars 3 8/10 Copas Pistón.