Este 2020 se cumplieron 15 años desde el estreno de Constantine, la película en la que Keanu Reeves se ponía en la piel (y los vicios) del ocultista John Constantine para enfrentarse al cielo y al infierno en su muy particular manera. La cinta, protagonizada por Keanu Reeves, estaba basada en el personaje de DC, y si bien el guión no es exactamente una adaptación muy fiel de los comics de Hellblazer, con el tiempo se ha ido convirtiendo en una especie de título de culto. Por lo tanto, no debe extrañarnos que Reeves, el director Francis Lawrence y el productor Akiva Goldsman aprovecharan este aniversario para conversar sobre la película durante esta San Diego Comic-Con 2020.
Según comentó Lawrence, quien ha dirigido también las películas de Los Juegos del Hambre (incluyendo la venidera adaptación de The Ballad of Songbirds and Snakes), al día de hoy, lo que más le piden los fanáticos que autografíe son los DVDs de Constantine. «Nosotros definitivamente hablamos sobre secuelas más que el estudio,» afirmó el director. «La película lo hizo bastante bien.» Entonces, ¿por qué nunca hubo una secuela? Pues porque aunque los resultados en taquilla fueron buenos, no fueron los que Warner esperaba. Al respecto, Goldsman comentó: «Dios, queríamos hacer… una secuela con fuerte censura R. Pienso que probablemente la haríamos mañana. Sí, intentamos muchas formas de encontrar… siempre dependía de los estudios que la hicieron, que eran Village Roadshow y Warner Bros. Siempre fue pensaron que era un poco para otra audiencia.»
Eso no significa que no se hayan manejado ideas para una eventual secuela. Y de hecho, una de esas ideas habría sido que Constantine se encontrara con el mismísimo Jesús, según mencionó Goldsman: «[John] despierta en una celda. Tiene que identificar al prisionero… y era Jesús». Considerando que ya habíamos tenido apariciones del Arcángel Gabriel (interpretado por la increíble Tilda Swinton) y de Lucifer (Peter Stormare), no habría sido tan extraño ver al hijo de Dios compartiendo una escena con John.
Constantine salió en un momento en el que las películas de superhéroes y de personajes de comics en general no contaban con la popularidad con la que cuentan ahora, y para muchos fue considerada una cinta «rara». Además, incluyó una escena post-créditos, algo que aún no era costumbre en el cine, pero que «fue una forma de cerrar esa historia, abriendo otras historias por si alguna vez teníamos oportunidad de hacerlas», según compartió el productor.
Por los comentarios en el panel, nos queda claro que este equipo estaría más que dispuesto a hacer una secuela, sobre todo si pudiesen obtener la censura R (que ya hemos visto en cintas como Logan y Deadpool). Sin embargo, esa censura fue algo que la primera no pudo conseguir.
«Originalmente cuando todos comenzamos con esto, pensamos que iba a ser una cinta censura R,» aclaró Lawrence. «Entonces Warner dictó que tenía que ser PG-13 por lo que costó. Y de hecho recibimos una lista de indicaciones de lo que puedes y no puedes hacer en una película PG-13, y seguimos esas reglas al pie de la letra. (…) La proyectamos para la MPAA [la agencia encargada de asignar la censura de las películas en los Estados Unidos], y recuerdo escuchar que llevaban cinco minutos adentro y bajaron sus libretas y dijeron que teníamos una R fuerte por el tono. Esto no es algo de la lista, pero pienso que era una sobrecogedora sensación de temor, eso fue lo que escuché, de la primera escena en adelante. No pensaron que hubiera nada que pudiéramos hacer al respecto.»
Es decir, que no pudimos seguir disfrutando de Keanu Reeves como John Constantine básicamente porque las personas a cargo no entendieron la película, dejándonos a los fanáticos sin la posibilidad de ver a John conociendo a Jesús y haciendo lo que mejor sabe hacer. Todo un pecado.
Si quieren ver a Keanu y revivir toda la conversación sobre el aniversario de esta película, les dejamos el panel completo a su disposición:
