Ser la secuela que nadie pidió de una película que está muy arraigada en la memoria colectiva de al menos un par de generaciones es un trabajo difícil, balanceándose sobre la fina línea entre rendir homenaje al material original y contar su propia historia. Hombres de Negro: Internacional consigue este balance, pero no sin sufrir de algunas cuantas bajas en el camino.

Esta película se presenta como un híbrido entre secuela y spin-off de los Hombres de Negro que ya conocimos con Will Smith y Tommy Lee Jones. Es la misma organización, los gusanos siguen tan adictos a la cafeína como siempre y O es quien da las órdenes, todo tal como lo dejamos en la tercera entrega de la franquicia. Sin embargo, ahora los protagonistas no son J y K, sino M (Tessa Thompson) y H (Chris Hemsworth), y salimos de la familiaridad de las oficinas de la agencia en Nueva York al resto del mundo (o al menos a París y Londres, con una parada en el desierto). Fórmula conocida, ingredientes nuevos, debería funcionar, ¿no?

Pues más o menos. Y eso es un problema. Precisamente por su carácter híbrido, la cinta no termina de decidirse entre si es un spin-off o una secuela, y salta de uno a otro dejando a la audiencia atrás. Hay referencias a J y K, pero un poco más adelante ignoran el legado de K; Frank el pug ha sido parte de buena parte del mercadeo, pero únicamente aparece durante una escena. No rinde suficiente homenaje a la trilogía previa, pero tampoco tiene el gancho para atrapar a nuevas audiencias, y está ahí, flotando en el espacio.

La culpa ciertamente no la tienen sus protagonistas. Thompson y Hemsworth ya nos demostraron su química en pantalla en Thor: Ragnarok y aquí se mantiene, haciendo de su pareja de agentes el punto fuerte de la película. M y H no son como J y K, y no tienen que serlo, tienen su propia dinámica y sus propias personalidades, y de hecho sería agradable saber más de ellos en un futuro. Así mismo, el Peony de Kumail Nanjiani ayuda con el humor de la historia sin volverse un chiste ambulante sino un personaje en sí mismo, y vemos a otra clase de agentes en C y Gran T.

Si acaso, el mayor defecto de esta cinta está en su historia. El argumento principal es algo que ya hemos visto en entregas anteriores de la franquicia, y la gran revelación de la trama, que se supone debe dejarnos al menos sorprendidos, es completamente predecible y se siente repetitiva, pues es un recurso que se ha utilizado decenas de veces en cine y TV en los últimos años. Además, si bien los antagonistas de la película son el par de aliens más cool que hemos visto en un tiempo (y fue un acierto elegir a bailarines para interpretar a esos personajes dada su fisicalidad y sus movimientos), la forma en que son eliminados resulta anticlimática y un poco decepcionante.

Hombres de Negro es una franquicia cubierta en la nostalgia, así que tal vez no haya sido tan buena como la recordamos, pero sí fue original, y esto es lo que más le faltó a esta nueva entrega. No obstante, estamos en la época que estamos con Hollywood, así que difícilmente esto sea lo último que veamos de H y M, o de alguna otra nueva pareja de agentes.

ModoGeeks le da a Hombres de Negro: Internacional 7/10 neuralizadores.