Los fanáticos del género kaiju tenemos 5 años esperando por la secuela de Godzilla, del 2014. La espera ha sido larga, pero ha valido la pena. Godzilla II: El Rey de los Monstruos ya está en la cartelera mundial y es una película que realmente entrega lo que promete: dos horas de monstruos dándose golpes en medio de ciudades que pronto estarán completamente devastadas.

Godzilla II se sitúa cinco años después de su antecesora, en un mundo donde la existencia de los monstruos ya es conocida por el público general y el gobierno intenta interferir con el trabajo de Monarch, la agencia que se encarga de vigilar y resguardar la seguridad de los denominados «Titanes». La Dra. Emma Russell (Vera Farmiga) es la principal investigadora del proyecto, y su hija Madison (Millie Bobby Brown) la acompaña mientras investigan a Mothra, justo en el momento en que los titanes comienzan a levantarse y la Tierra es nuevamente amenazada por el más grande de ellos, un nievo Alfa: Ghidora.

godzilla 2 poster

La premisa de la película nos vende que las peleas entre titanes están a la vuelta de la esquina y en esto no falla: vemos a los monstruos desde el primer minuto de la película y a lo largo de ella podemos observarlos en espectaculares combates uno contra otro, solo interrumpidos a intervalos por el clásico drama familiar humano que caracteriza a esta clase de películas. No se trata solo de que hay muchas peleas, sino de la cantidad de monstruos que aparecen en ella, pues de los 17 nombrados en el trailer, vemos por lo menos a un total de 9 de ellos en acción y al resto en fotografías, para deleite de los fanáticos del cine de kaiju.

Las actuaciones de la película se pueden dividir en dos grupos: la de Ken Watanabe como el Dr. Ishiro Serizawa, y la del resto. Su regreso en esta cinta como el experto máximo de los kaiju y su principal defensor lo convierte en el personaje con más peso en la trama, a pesar de no ser precisamente el protagonista, y es quien lleva la batuta la mayor parte del film. Por su parte, Kyle Chandler interpretó a Mark Russell, esposo de la doctora Emma y padre de Madison, quien odia a Godzilla y los titanes pues su hijo menor murió durante el ataque de Godzilla en la primera película, por lo que se muestra renuente a ayudar al monstruo a lo largo de la cinta, culpándolo directamente de la tragedia. Millie Bobby Brown se queda corta en una película que no le permite mucho rango para actuar, solo destacando en una única escena dramática donde sale a relucir lo bien que la hemos visto actuar en Stranger Things, mientras que Charles Dance apenas se siente en la película y es, por mucho, el talento más desperdiciado de todos.

Sin duda, el apartado más llamativo de la cinta es el auditivo. Bear McCreary construyó los temas de cada uno de los titanes individualmente, y logra entrelazarlos entre ellos de manera sublime, permitiendo que las batallas sean mezclas sonoras que realmente funcionan y nos transportan al mundo que cada uno de estos monstruos representa. La película cuenta además con un par de remakes de los temas de películas antiguas de la era showa japonesa de Godzilla, y con una canción interpretada por Serj Tankian y Dethklok exclusiva para los créditos.

Visualmente, el film trabaja con una paleta de colores específica para cada kaiju que se realza con la energía radioactiva de cada uno, así que las peleas son impactantes en un sentido visual: no sólo vemos a los monstruos peleando entre ellos, sino que por los colores en la escena también podemos distinguir la pureza de Mothra, la ira de Rodan, el miedo que infunde Ghidora y la justicia que imparte Godzilla.

El gran fallo de la película se resume en que cuenta con muchas escenas que la elevan a un nivel muy alto y que luego nos bajan mucho y de manera muy rápida, particularmente cuando cambiamos el enfoque de los kaiju a los humanos. En un punto en que tienes a dos criaturas gigantes peleando entre ellas y de repente te llevan a ver qué ocurre con la pequeña niña que huye de sus problemas y las peleas de sus padres, no es difícil sentir que nos mueven el piso y perdemos el momento de la escena.

En definitiva, ésta es una película que vale la pena ver para los amantes tanto del género kaiju como de las películas de acción, aunque para quienes esperan un profundo análisis de la naturaleza humana y sus dramas quizás no sea tan fácil de disfrutar.

A Godzilla II: El Rey de los Monstruos le damos 8.5/10 Mothras.