Por mucho tiempo, Aquaman ha sido una especie de broma para aquellos que conocen al personaje pero ciertamente no son fanáticos del mismo en los comics. Un tipo que puede hablar con los peces y que usa peces voladores para desplazarse sobre las aguas, tal como ocurría en la caricatura de los 70 de los Super Amigos. Sin embargo, aquellos que hemos seguido las aventuras de Arthur Curry en los comics sabemos que es más que un chiste y que se trata de un personaje complejo, pero aun así teníamos algo mucho de miedo por lo que podía pasar cuando llegara a la gran pantalla en su primera película en solitario… temores que fueron vencidos por una gran ola de actuaciones sólidas, buenos efectos especiales y escenas de acción, y mucho respeto al material original.

Dirigida por James Wan, Aquaman continúa la historia del personaje interpretado por Jason Momoa que ya conocimos en Liga de la Justicia. Este Arthur no se parece mucho al de los comics (de hecho, se siente como Jason Momoa haciendo de Jason Momoa haciendo de Aquaman), pero a lo largo de la cinta atraviesa un arco argumental que lo hace alejarse del borracho gracioso y mal bañado que tenemos al inicio y lo acerca al solemne soberano de Atlantis que debería ser.

Pero Momoa no está solo en la cinta, y el resto del elenco se siente como pez en el agua en sus papeles. Amber Heard como Mera sin duda se roba la atención del público, no sólo por su belleza sino porque nos vende al personaje y podemos verla siendo tanto una poderosa y estoica miembro de la realeza submarina como una joven impresionada que jamás había pasado tanto tiempo en la superficie. El Orm de Patrick Wilson no es simplemente un villano unidimensional, y aunque sus motivaciones son predecibles, el actor logra habitar la piel de este atlante, mostrándonos el contraste entre lo que es la vida en la tierra (Arthur) y la estricta tradición de Atlantis (Orm).

Willem Dafoe no tiene mucha oportunidad de resaltar como Vulko, pero siempre resulta agradable poder disfrutar del talento de este actor así sea en las actuaciones más sutiles. Lo mismo ocurre con Nicole Kidman y Atlanna, quien está relegada a un papel secundario aunque importante dentro del hilo conductor de la trama. Respecto a Yahya Abdul-Mateen, Aquaman es también la historia de origen de Black Manta, mostrándonos de forma muy convincente de dónde viene todo su odio hacia el héroe titular y, de continuar la franquicia, podremos ver a este villano obsesionado con vengarse tomar la relevancia que posee en los comics.

En el apartado de la acción, la película no se queda corta con esta clase de escenas, y tenemos combates de toda escalar sobre y bajo el mar, con explosiones, grandes batallas, persecuciones, peleas uno contra uno, y todo lo que se puedan imaginar. Un punto a destacar es el uso de una especie de cámara lenta que asemeja un poco el efecto ralentizante del mar y que nos permite apreciar a mejor detalle los combates entre los personajes (y que hace que se vean cool), y sin duda las dos mejores escenas de pelea se las llevan Mera y Atlanna, respectivamente.

El apartado visual merece un párrafo aparte pues James Wan no tuvo miedo de abrazar las raíces del comic de esta historia, otorgándole color y humor a la historia, y revirtiendo elementos que siempre habían sido utilizados como una especie de chiste contra el personaje (Aquaman cabalgando un hipocampo o comunicándose con los peces, por ejemplo) y convirtiéndolos en algo visualmente impresionante en pantalla. También tenemos una multitud de criaturas marinas de todas las formas y tamaños en todo momento en pantalla, como correspondería al ambiente donde se lleva a cabo buena parte de la historia. Además, hay pocas cosas más satisfactorias para un fanático de los comics del personaje que ver a Aquaman con su armadura naranja y verde o a Orm con su traje morado y su máscara plateada. Una película de superhéroes no tiene por qué ser siempre gris y aburrida, y Aquaman aprendió esa lección a la perfección y además le puso bioluminicencia.

La música, compuesta por Rupert Gregson-Williams no llega a ser tan destacada como otros de sus trabajos en el DCEU (Wonder Woman), y de hecho la música incidental (por más sacada de un meme que pueda ser) en ocasiones se siente fuera de lugar, aunque al menos no lo suficiente como para causar una distracción de la trama.

Finalmente, si no eres un fanático de Aquaman o no has leído ni un cómic, no importa, pues la película se toma el trabajo de introducirnos no sólo al pasado de Arthur Curry sino también de mostrarnos todo el mundo de Atlantis y cómo llegó a ser lo que es, sirviendo como puerta de entrada para cualquier fanático casual del cine que quiera disfrutar esta cinta. Si bien los arcos argumentales están tomados en su mayor parte de los Nuevos 52, el guión los adapta para que puedan caber dentro de una historia de poco más de dos horas de duración, intentando dejar la menor cantidad de agujeros en la trama posibles y otorgando una historia sólida, entretenida y que definitivamente nos deja con ganas de más de este superhéroe en el cine.

Por darnos mucho más de lo que esperábamos, ModoGeeks le otorga a Aquaman 9/10 tridentes.