La Segunda Guerra Mundial es un periodo histórico que no ha perdido relevancia en el cine. Después de todo, hay literalmente millones de historias que contar de cada uno de los hombres y mujeres que estuvieron involucrados en este conflicto bélico, y las mejores películas de este género son aquellas que se enfocan precisamente en estas historias para reflejar mejor la brutalidad de la guerra. Y esto es precisamente lo que hace Roland Emmerich en Midway: Batalla en el Pacífico.

Midway nos muestra los sucesos que llevaron a la batalla de Midway, entre las fuerzas estadounidenses y japonesas, empezando con el infame ataque a Pearl Harbor. Todos ya sabemos cómo termina esta historia, así que el truco de la cinta es mostrarnos no simplemente el combate sino por qué deben importarnos las pérdidas humanas. Los heroicos marinos estadounidenses no son simplemente números, son personajes con amigos y familiares que lamentan sus muertes y cuyas acciones se ven impulsadas precisamente por estas pérdidas, más que por un sentido de honor personal o nacionalista, en contraste con sus enemigos japoneses.

El elenco está liderado por Ed Skrein (Deadpool, Game of Thrones) como Richard «Dick» Best, un talentoso piloto de la marina con un ligero problema de actitud muy a lo vaquero (y un acento muy distinto al natural del actor), quien es el protagonista de la historia, sobreviviendo al bombardeo de Pearl Harbor y siendo parte de todos los sucesos hasta sus heroicas acciones en la batalla final, basadas en la vida real. Junto a él también podemos ver a Patrick Wilson, Luke Evans, Woody Harrelson y Dennis Quaid en los papeles principales, todos ellos hombres que no están interesados en la guerra como algo a largo plazo sino en salvar a cuantos de los suyos sea posible cuando todas las circunstancias están en su contra. Y es que la cinta nos muestra que la eventual victoria en Midway no fue una batalla en la que llegaron, vieron y vencieron, sino que el largo esfuerzo colectivo fue el que les permitió celebrar al final del día.

La película también cuenta con participaciones de Darren Criss, Nick Jonas, Aaron Eckhart, Alexander Ludwig, Keean Johnson y Luke Kleintank, quienes con las heroicas historias de sus personajes (algunas trágicas, algunas optimistas), suman al gran tapiz que fue el resultado de la batalla. Además también merece ser destacada la actuación de Mandy Moore como Ann Best, la esposa de Dick, quien representa a todas aquellas mujeres que debían esperar a que sus esposos, hijos, padres o hermanos regresaran del campo de batalla, sin saber si volverían a verlos con vida o si tendrían que reconocer sus cadáveres, mientras mantenían la integridad de sus hogares.

Del lado japonés, podemos destacar a Tadanobu Asano, Jun Kunimura y Etsushi Toyokawa, éste último quien encarnó al almirante Yamamoto de la armada imperial. Las motivaciones de los japoneses son muy distintas a las de sus contrapartes estadounidenses, aunque gracias a estas interpretaciones podemos también entender qué motivaba a estos oficiales más allá de una simple lealtad a su emperador.

La cinematografía y la atención al detalle de la película son destacados. Las escenas nos transportan fácilmente a la vida en un portaaviones en plena Segunda Guerra Mundial, y se respetó cada detalle de los uniformes, por ejemplo, para hacerlos lucir lo más auténticos posibles. Por un par de horas, estamos a mediados de los años 40 –desde la ropa, los peinados y los edificios– y a bordo de un avión de combate, dependiendo de instrumentos de navegación que ahora nos pueden parecer arcaicos pero que para estos hombres y los oficiales de radio que llevaban a bordo eran la última tecnología.

Si bien la música no es atrapante, la banda sonora cumple su misión y acompaña de forma correcta la trama y cada escena, respetando los momentos optimistas o aquellos en los que la ansiedad sobre si un torpedo dará en el blanco o no nos tiene al filo del asiento.

Emmerich sabe lo que hace al contar historias de guerra con una perspectiva bastante personal, tal como lo hizo en El Patriota, y Midway no es la excepción. Puede que ya sepamos gracias a los libros cómo terminó esta batalla y qué eventos llevaron a ella, pero gracias al enfoque en las historias de Dick Best, Edwin Layton, Bruno Gaido y los demás es que logramos interesarnos en cada minuto de la cinta y terminamos emocionalmente involucrados en la historia. A veces lo que importa no es lo que te están contando sino cómo te lo están contando, y en este caso el director dio en el blanco.

Por llevarnos de vuelta a la Segunda Guerra Mundial e involucrarnos en las vidas de un grupo de valientes marinos que de otra manera no habríamos conocido, en ModoGeeks le damos a Midway: Batalla en el Pacífico 8/10 portaaviones.