Hay personas que, sin esperarlo, llegan a nuestra vida y nos conmueven invitándonos a reflexionar y a aprender a vivir en paz. Y por más cursi que suene, hay historias que también logran este efecto. Un buen día en el vecindario podría presentarnos una de estas historias (además, basada en hechos reales), en la que el personaje principal se encuentra con uno de los personajes más queridos de la televisión norteamericana, como lo es el entrañable Mr. Rogers; un encuentro que cambiará su cínica manera de ver el mundo.

En el filme, Tom Hanks interpreta magistralmente al queridísimo Fred Rogers, pionero en la televisión infantil desde los años 60 con su programa Mister Rogers’ Neighborhood, orientado a enseñarle a los niños sobre el manejo de sus emociones incluso en situaciones difíciles como lo son la muerte de un ser querido o el divorcio. La historia comienza cuando al cínico periodista de la revista Esquire, Lloyd Vogel (Matthew Rhys), le asignan la tarea de realizar un perfil del Sr. Rogers, considerado un héroe norteamericano. Poco a poco, mientras Lloyd va conociendo más al carismático personaje, va aprendiendo sobre cómo arreglar su vida, comenzando con resolver la complicada relación con su padre.

Para Lloyd, poco a poco Rogers deja de ser un personaje creado para los niños, a medida que descubre y acepta la autenticidad en la forma de ser del presentador: un hombre honesto, amable y, sobre todo, inspirador tanto para niños como para adultos. El filme logra que la audiencia también sienta una gran empatía hacia Rogers, y quizás en esto radica su magia.

Si bien Rogers y su programa son altamente conocidos en Estados Unidos -cuyos habitantes, por supuesto, conformaban su población de televidentes-, uno de los puntos fuertes de la película radica en hacer que nosotros, como público extranjero, logremos identificarnos y sentir una gran empatía por este personaje tan conocido y a su vez tan ajeno a nuestra memoria cultural. Con elementos y montajes que recrean el lenguaje audiovisual usado en el programa original de Rogers (las maquetas para ubicar geográficamente las escenas, las canciones infantiles, las marionetas, las rupturas de la cuarta pared por parte de Rogers, etc.), el filme nos introduce en ese curioso vecindario, logrando que nos resulte incluso familiar y nostálgico, pese a ser en verdad novedoso.

Destaca, por supuesto, la actuación de Tom Hanks, la cual le ha valido nominaciones a los principales galardones de la actuación, incluyendo el Oscar a Mejor actor de reparto. Y, definitivamente, no pudo haber una mejor elección para encarnar a Rogers.

Se trata de un filme de ficción que sirve para homenajear a Fred Rogers y para rememorar sus enseñanzas más importantes, recordándonos lo vital que resulta en nuestra vida el tener siempre presente aquellas cosas que nos hacían felices desde pequeños. Una historia sencilla, con un guión un tanto predecible, pero que vale la pena revisar. No faltarán las ganas de seguir cantando las canciones de Rogers al salir de la sala de cine, ni de buscar ver algún episodio del show infantil.

Por todo esto, ModoGeeks le entrega 7.5/10 suéteres rojos a Un buen día en el vecindario.