Sabemos muy bien sobre la existencia de la basura espacial desde que la NASA ha abierto el horizonte de exploración hacia lo que se encuentra más allá de nuestra atmósfera y los peligros que suponen para todo el arsenal astronómico que tenemos actualmente allá afuera, pues las velocidades que dicha basura espacial alcanzan son suficientes para colisionar con satélites y naves espaciales.
Hasta el momento, la NASA ha estado rastreando material de este tipo para evitar colisiones, pero científicos de la Universidad de Tsinghua en Beijing, China, quieren utilizar este material para algo más productivo. Su idea es capturar los bloques grandes de basura, triturarlos y convertirlos en combustible para naves espaciales, en forma de un polvo cargado iónicamente, que es expulsado cuando la nave hace propulsión. Es posible crear distintos tipos de este polvo, pues la basura espacial no es solamente orgánica, sino que también existe por parte de construcciones humanas, lo cual puede resultar en una variación en la fuerza de propulsión que pueda generar dicho polvo.
El sistema, sin embargo, no potencia la nave, problema que los investigadores planean resolver utilizando energía solar o nuclear. Sin embargo, tener resuelta la parte correspondiente a propulsión utilizando este medio puede suponer una disminución significativa en los proyectos espaciales en un futuro cercano.
