Norse Mythology, el último libro de Neil Gaiman, no tiene todavía un mes de haber salido pero eso no detiene al escritor. Veinte años después, el autor anunció que se encuentra trabajando en una secuela a Neverwhere, que llevará por título The Seven Sisters.

Durante un evento hace pocos días, Gaiman cerró su presentación anunciando que lleva «tres sólidos capítulos» de la novela «y ese será el próximo libro». Afirmó que su decisión de escribir esta secuela viene dada por los cambios que ha tenido el mundo en este par de décadas y su trabajo con la agencia de refugiados de las Naciones Unidas, con los que ha viajado a campos de refugiados en el Medio Oriente y ha hablado con desplazados del conflicto sirio.

neverwhere

Neverwhere cuenta la historia de Richard Mayhew, un joven que termina arrastrado a un viaje por el extraño y peligroso Londres de Abajo, un mundo subterráneo poblado por los más variopintos personajes y leyendas personificadadas. “Cuando Lenny Henry y yo tuvimos la idea original para Neverwhere hace casi 25 años, lo que nos atrajo fue la idea de que podíamos hablar sobre los vagabundos, hablar sobre los desposeídos, hablar sobre la gente que se cae entre las grietas, y hacerlo de una forma que fuera emocionante y divertida e interesante y también relevante para cambiar las mentes de las personas

Neverwhere para mí fue este glorioso vehículo donde pude hablar sobre cosas enormes y serias y tener una cantidad ridícula de diversión en el camino. La enorme rueda ha dado la vuelta los últimos años y viendo el trabajo que he estado haciendo para el UNHCR por los refugiados, la clase de forma… en la que Londres está ahora, las formas en las que es diferente a como era hace 20 años, significan que decidí que de hecho era el momento de hacer algo. Ahora tenía cosas sobre las que estaba enfadado. Me importaban cosas que quería incluir y ahora llevo tres capítulos sólidos de un libro llamado The Seven Sisters.”

«The Seven Sisters» (o «Las Siete Hermanas») toma su nombre de un un antiguo lugar en el Londres real donde se encuentran siete árboles de olmo plantados en círculo, sugiriendo un lugar de adoración pagano. Es decir, el lugar perfecto para una de las historias a las que Neil Gaiman nos tiene acostumbrados.

Fuente: The Guardian