La tradición del Día de Muertos es una de las festividades más llamativas y conocidas de México, tanto por su valor simbólico como por sus colores a la hora de recordar a aquellos que ya se fueron. Por ese motivo, no es extraño pensar que existan ya algunos guiños o trabajos dedicados a esta celebración, y aunque hay unos más memorables que otros, la película Coco de Disney-Pixar llega a poner su pedazo, complaciendo al público alrededor del mundo y en especial en México.

La historia en un principio parece bastante simple: Un niño llamado Miguel busca seguir su pasión por la música, pero le es imposible lograrlo luego de una mala experiencia relacionada a ésta con su familia varios años atrás. Eso no impedirá que Miguel trabaje para obtener sus sueños al seguir los pasos de su ídolo, el fallecido Ernesto de la Cruz, pues su lugar no está en el negocio de la zapatería como el resto de sus parientes. Por supuesto, los giros de la trama llevarán a Miguel a enfrentar constantes negativas de su familia a sus planes, así como a obtener una maldición que lo obligará a visitar el mundo de los muertos, y a buscar su camino de vuelta a casa antes de que sea demasiado tarde.

La trama en un principio no parece algo muy elaborado, pero conforme nos adentramos en algo más complicado y personal con la situación de Miguel y su familia, es difícil no ser partidario de ambas posturas: La primera al sufrir el rechazo de la familia por nuestras elecciones o gustos y no tener su apoyo por cuestión de prejuicios, pero por otro lado, está el intento de mantener a la familia unida sin importar qué, y no poder superar una herida muy profunda y que no parece que cicatrizará alguna vez. Es bastante sencillo conectarse con los personajes por sus diferentes reacciones y roles, en especial cuando se ve mucho de lo que es pertenecer a una familia latina, teniendo como ejemplo claro el poder de las abuelitas y sus chanclas, el no intentar lidiar con la furia de la matriarca de la familia, o la aceptación de las tradiciones sin cuestionarlas.

Respecto a lo que significa el Día de Muertos, vemos la importancia de varios de los elementos que conforman el tan conocido altar y cómo estos juegan una parte en la trama, presentando el propósito de las fotos en los altares, las flores de cempasúchil, o la misma comida. También, entre otros guiños, contamos con la presencia de Dante, un xoloitzcuintle que acompañará a Miguel en su jornada al mundo de los muertos, algo apropiado para su raza por su relación con el dios mexica de la vida y la muerte. Tenemos un mundo colorido con el papel picado, con las flores y los alebrijes, así como un recordatorio directo a uno de los propósitos principales de esta celebración, que es apreciar lo que quedó atrás con nuestros seres queridos, apreciarlos y no olvidarlos.

Por supuesto, la música de Coco tiene su propia mención, pues nos lleva a disfrutar un género que se escuchaba principalmente años atrás y que hoy en día todavía se puede apreciar y nos hacen pensar en casa. Además, se muestran versiones de temas clásicos con toques modernos, los cuales son bastante disfrutables y hacen del soundtrack algo bastante atrayente y digno para adquirir. Todavía podrán encontrar a gente escuchando “Recuérdame” y pensar con bastante sentimiento lo que significa para la película.

Algo que llamó enormemente la atención y que nos trajo muchas sonrisas y enorme gracia fue ver a una gran cantidad de figuras mexicanas conocidas figurar en la película, desde la dramática Frida Kahlo hasta El Santo, Diego Rivera, Cantinflas, Pedro Negrete y más. Estos tributos sirven para apreciar a las celebridades propias de México y que han aportado tanto a su cultura de diferentes formas.

Probablemente una de las pocas quejas que podría haber hasta el momento con la experiencia de Coco,  y de fue el musical de Olaf’s Frozen Adventure, que si bien era un trabajo que los fanáticos de Frozen anhelaban ver, fue condenado en México y en Estados Unidos por su larga duración. ¿Cómo? Siendo removido de las funciones luego de constantes quejas y críticas del público al tener una extensión de 21 minutos. No es el corto más largo que ha puesto Disney en alguna función de sus películas, pero la confusión que generó en la audiencia, su duración y que se viera como una maniobra para tal vez atraer más gente por posible falta de fe para ver la película no fueron las mejores jugadas. Tal vez dejarlo como un especial de Navidad como se tenía planeado originalmente habría sido su mejor opción.

Así mismo, y con advertencia de spoiler, tenemos un villano que tal vez hubiera sido mejor que jamás hubiera sido introducido en primer lugar por el tipo de historia de Coco. Resultó un tanto predecible, y aunque explica un lado malo de la ambición y un obstáculo dentro de la trama, llega a desentonar con los últimos antagonistas que hemos visto en trabajos anteriores de Disney por lo simple que podría presentarse.

Coco es una grandiosa experiencia y en la que revivimos bastante la nostalgia y el aprecio a aquellas familias que aún con sus problemas ofrecen de su amor, cariño y gratas experiencias.

ModoGeeks le da 9.5/10 panes de muerto a Coco.