Al Frank Castle de Jon Bernthal ya lo conocimos durante la segunda temporada de Daredevil, donde se convirtió en el personaje favorito de mucho en todos los episodios en los que apareció (y cuyo estatus como badass se vio cimentado tras una pelea de pasillo en la cárcel). Todos queríamos más de Frank, y Marvel se tomó su tiempo en darnos la buena noticia de que tendríamos una serie de The Punisher, que finalmente ya está disponible a través de la plataforma de Netflix. ¿Pero puede esta serie en solitario vivir al nivel de lo que ya vimos en Daredevil?

A lo largo de estos 13 episodios, descubrimos más de lo que pasó con la familia de Frank Castle y lo que lo llevó a convertirse en Punisher, involucrando a nuevos personajes, algunos sacados de los comics y algunos creados para la serie, en una trama que va desde el hogar de una familia clase media de los suburbios de Nueva York hasta las oficinas más altas de la CIA y la agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Ya creíamos saber quién mató a los Castle y por qué, pero The Punisher nos muestra que hay mucho, mucho más detrás de este crimen.

Con un tipo llamado «el castigador», el show podría haber sido simplemente una alegoría a la violencia, una misión suicida de venganza en la que sobran la sangre y las balas; sin embargo, The Punisher resultó ser más que eso. Frank es un héroe trágico, mas no es el único. Dinah Madani, una agente de Seguridad Nacional en búsqueda de la verdad, y David Lieberman, un analista de seguridad que tuvo que abandonarlo todo para proteger a su familia tras toparse con esa misma verdad, confirman el trío protagónico de la historia; son nuestros héroes, cada uno a su manera y poniendo sus fortalezas sobre la mesa.

Si bien la historia en momentos puede sentirse demasiado estirada a lo largo de 13 episodios, este ritmo más lento cobra sentido cuando nos damos cuenta que más allá de la violencia, el show intenta a su vez mostrarnos los efectos que esta misma violencia tiene en las personas. El estrés post-traumático no es algo que sólo afecta a ex soldados como Frank y Lewis, también llega a contagiar a la agente Madani -quien tuvo que perder a su compañero-, a Karen -quien se ha rehusado a ser una víctima desde el primer momento- y hasta a los Liebermans, quienes todavía están lidiando con la pérdida del padre de la familia. Cada quien reacciona de una manera distinta, y el show no intenta juzgarlos, aunque la presencia de Curtis y el grupo de apoyo es un recordatorio de que no está mal compartir la carga y pedir ayuda cuando la necesitas, un recordatorio que siempre es necesario.

Sin embargo, estas escenas de introspección -y otras tantas que resuenan con el debate actual en los Estados Unidos sobre la violencia y el porte de armas- no afectan las escenas de acción, sino que incluso les dan un peso mayor. Y la acción es tal como la habíamos pedido, y si bien se tarda en llegar la confrontación final, se siente que fue el momento correcto cuando Frank vuelve a pintar el símbolo de Punisher sobre su chaleco y está dispuesto a acabar con toda esta conspiración a su manera —manera que incluye una granada atada a la cabeza decapitada de un hombre.

Sabemos que un héroe (o antihéroe, en este caso) es tan bueno como sus villanos, y si bien el Agente Orange es quien ha estado moviendo los hilos de todo lo que le pasó a Frank Castle, no es a él a quien más odiaremos al final de esta primera temporada. Para un hombre con un código tan estricto como el de Frank, la traición y el deshonor hieren más profundo que cualquier cuchillo de los Marines, y es inevitable que Punisher quiera castigarlos en una -satisfactoria- pelea que cierra completamente su arco de venganza.

El castigo fue repartido, los errores reparados y la venganza completada, ¿pero qué queda ahora para Frank? Es algo que ni él mismo sabe, aunque con suerte descubriremos la respuesta si Marvel y Netflix anuncian una segunda temporada. Mientras tanto, ModoGeeks le da a la primera temporada de The Punisher 8,5/10 calaveras.

One batch,
two batch
penny and dime

 

PD: Lamentablemente seguimos sin saber qué pasó con el pitbull que Frank rescató durante la segunda temporada de Daredevil, pero seguimos esperando por noticias sobre Punishdog.