¿Una película sobre los emoji del teléfono? Todos los pensamos en algún momento, pero es el 2017, todo es posible, y es así como terminamos con Emoji la película. En defensa de esta cinta, en su momento todo el mundo pensó que una película de Lego sería una pérdida de tiempo (y no podríamos haber estado más equivocados) y que una adaptación al cine de algo como Angry Birds no tendría ningún sentido (y sí lo tuvo); así que con estos antecedentes, no era tan absurdo pensar en darle una oportunidad a una historia protagonizada por esas pequeñas imágenes que compartimos en el telefono.

Mala idea.

En el mejor de los casos, Emoji la película es una película dominguera, de esas que ver cuando no hay absolutamente nada más que hacer un domingo en la mañana, que pasará sin pena ni gloria. En el peor, es un desperdicio de dinero que te hará preguntarte qué exactamente pasó por la cabeza de los ejecutivos de Sony cuando aprobaron este proyecto. Obviamente no es lo peor que se ha estrenado este año, pero cuando estás acostumbrado a un cierto nivel de trama y calidad de animación en cintas animadas, Emoji es una decepción, y no hay suficientes juegos de palabra sobre 💩 que puedan salvarla.

La película comete dos errores terribles: subestima a los niños (su audiencia) y sobreestima a los emoji. El protagonista de nuestra historia es Gene, un emoji de «meh» que no puede adaptarse al rol que la estricta estructura de Textópolis le ha asignado, y es incapaz de poner una verdadera cada de «meh» cuando lo requiere, causando que el chico dueño del teléfono envíe el emoji incorrecto a la niña que le gusta y destruyendo su vida social, aparentemente. Lo curioso es que Jake, el dueño del teléfono, está al menos en primer año de secundaria, pero no sabe ni siquiera apagar y encender su teléfono cuando éste empieza a actuar raro, algo difícil de creer cuando los niños de hoy en día saben utilizar un teléfono inteligente mejor que nadie desde que están en la primaria. Ah, y Jake descarga porno, si nos vamos por los virus y troyanos en su teléfono.

Pero volvamos a Gene y la trama de los emoji. Las aventuras de Gene, Hi-5 y Lady Hacker fuera de Textópolis intentan darnos el mensaje de que está bien ser tú mismo, que no debes cambiar para ser aceptado, y sería un poco más creíble si no hubieran puesto el fin del mundo (dentro del teléfono) como opción a no cambiar. Cero presión, niños. Además, la subtrama romántica se siente innecesaria y podemos resumirla simplemente con 😕.

Si bien reconocemos la creatividad para imaginarse el mundo dentro del móvil (en particular Spotify), Emoji se siente como un gran comercial para apps, desde Instagram hasta Just Dance, pasando por Candy Crush, Facebook y todas las demás — ¿por qué ir directamente de A hasta B, si puedes rellenar la trama pasando por todo el top 10 de apps de Play Store?

Emoji la película no tiene una animación espectacular y su trama es bastante genérica, pero al menos sólo saldrán del cine con cara de «meh».

ModoGeeks le da 10 💩s a Emoji la película, porque 💩 es la única escala que podemos usar en este caso.