Este mes se cumplió el 20 aniversario del estreno de Batman y Robin, esa película protagonizada por George Clooney y Chris O’Donnell que colectivamente casi todos preferimos ignorar —tal como el mismo Clooney lo hace. La película también es responsable de la «»»caída en desgracia»»» de Batman en el cine, hasta su eventual «»»»»rescate»»»»» en la trilogía de Christopher Nolan del Caballero Oscuro (aunque las batitetillas no son suficiente justificativo para matarle el alma al personaje, si me preguntan a mí), y su director, Joel Schumacher, lo sabe: «Mira, me disculpo. Quiero disculparme con cada fanático que fue decepcionado porque pienso que les debo eso».

¿Pero qué es tan terrible sobre Batman y Robin? El guión. Los trajes. Los villanos. No quiero decir todo, pero la película es, en general, un desastre y no ha envejecido bien con el tiempo. Schumacher se sentó a conversar con la gente de Vice sobre la película, lo que nos permite tener un poco más de luz sobre lo que llevó a la cinta a terminar como programación de sábado en la tarde de canales de cable no premium.

«Mucho de ello fue mi decisión. Nadie es responsable de mis errores sino yo,» reconoció el director, al ser cuestionado sobre si la película se había guiado por decisiones del estudio. «Tuvimos el deseo de traer a Batgirl, para tal vez traer a chicas más jóvenes a la franquicia. Digo, yo tenía una larga historia de pelear por desconocidos, de pelear por un poco de presupuesto extra cuando lo necesitábamos, así que nadie nunca, nunca me forzó a tomar una decisión que no aprobé.»

A pesar de nuestra opinión sobre Batman y Robin, tal parece que a Warner la película le pareció rentable (en particular por las grandes ganancias obtenidas por merchandizing), por lo que le ofrecieron a Schumacher una tercera entrega. «De hecho, iba a hacer otro Batman. Incluso me reuní con Nicholas Cage en el set de Contra Cara porque iba a tenerlo interpretando al Espantapájaros. Francamente, se me estaban acabando los villanos». Eso… habría sido raro, aunque seguramente los fanáticos de Homestuck lo apreciarían hoy en día.

Ciertamente, en aquella época, no teníamos el MCU ni el DCEU, y no salían hasta seis películas (o más) de superhéroes al año; no se sabía cómo debía ser una película para que le gustara al público y respetara al personaje, y era más fácil cometer errores. Esta clase de errores cometidos en la era pre-internet solían ser olvidados rápidamente (¿quién aquí recuerda el terrible piloto de la Liga de la Justicia que después se vendió como película para TV?), pero no fue así con Batman y Robin. «Ellos [los fanáticos] habían tenido expectativas muy altas luego de Batman Forever. Pero tal vez era un mundo más inocente en comparación, no lo sé. Sólo sé que yo siempre estaré MEH con las tetillas en Batman empezando por Batman Forever».

Oh, las batitetillas.

«¡Ja! Un mundo tan sofisticado en el que vivimos donde dos piezas de goma del tamaño de los borradores de los lápices viejos, esos pequeños montoncitos, pueden ser un problema. Estará en mi lápida, lo sé

Las muy infames bati-tetillas

Contrario al mito urbano, las batitetillas no fueron idea de Joel Schumacher, sino de Jose Fernandez, el encargado de escultura de la película, inspirado por las estatuas clásicas griegas y los libros de anatomía, pero esos pequeños detalles en el traje causaron un escándalo. «Nunca pensé que eso pasaría. En verdad no. Quizás fue simplemente cándido, pero todavía me alegra que lo hiciéramos

Schumacher comentó que en aquella época (los lejanos años 90),la audiencia era más inocente y demandaban un Batman más para toda la familia. Un niño podía ir a ver Batman y Robin, o las de Tim Burton en televisión, sin mayor problema (excepto quizás el Pingüino de Danny DeVito apareciendo en sus pesadillas), «Entonces cuando ves la trilogía de Christopher Nolan, la última especialmente donde está lidiando con problemas económicos y de clase reales, ves cómo la audiencia ha cambiado por el hecho de que pueden aceptar y quieren material más y más oscuro».

Personalmente, pienso que el mundo ya está bastante oscuro, y es un buen momento para que los superhéroes optimistas regresen a la gran pantalla, y mucha gente debe estar de acuerdo conmigo, guiándonos por el suceso de Wonder Woman.

Sin embargo, 20 años han pasado y Batman y Joel Schumacher siguieron cada uno en diferentes direcciones. «Bueno, fui e hice otras películas y no tuve una crisis nerviosa,» concluyó el director. «Pero mira, aun así me disculpo«.

Está bien, Joel. Disculpa aceptada.

Fuente: Vice