Apolo vuelve
avestruz de combate
Leo es bajito

Los haiku pueden ser difíciles, así que todos mis respetos para Apolo, por empezar cada capítulo de sus libros con uno. La segunda entrega de The Trials of ApolloThe Dark Prophecy, inicia justo tras el final de The Hidden Oracle, con un Apolo adolescente continuando su búsqueda del resto de los oráculos para poder vencer a los malvados emperadores romanos del Triunvirato, esta vez en compañía de Leo Valdez, Calipso y el dragón Festus.

Si algo tenemos claro, es que el castigo para Lester -perdón, Apolo- es más que simplemente estar atado a una patética forma mortal con acné y sin abdominales de revista. Se trata más de enfrentarlo a las consecuencias de sus acciones, tanto en el pasado distante como en el no tan distante, para que remedie -o al menos lo intente- sus errores, aprendiendo una lección en humildad y humanidad en el camino. Y para torturarlo también, por supuesto, aquí no pensamos maravillas de Zeus y su justicia.

Los semidioses de hoy. Culpo a las redes sociales por su corta capacidad de atención
(Sí, claro, Apolo, lo que tú digas…)

Si bien el primer libro de la saga nos llevó a territorio conocido dentro de los límites del Campamento Mestizo y a personajes que ya nos eran familiares (un saludo a Nico di Angelo y Will Solace, esperamos que estén bien y felices), The Dark Prophecy nos lleva volando (literalmente, gracias a Festus) a un nuevo escenario, donde se nos presenta una serie de nuevos personajes. No voy a entrar en detalles sobre cada nuevo personaje para no caer en spoilers, pero basta decir que Rick Riordan se ha estado tomando muy, muy en serio eso de la representación, algo muy importante cuando tus lectores son jóvenes y niños. Lesbianas, gays, bisexuales, asexuales, génerofluido; todos son válidos y todos tienen oportunidad de verse representados en el maravilloso mundo de dioses y semidioses creados por Riordan, y no como personajes trágicos o sufridos, sino con la posibilidad de vivir una vida normal y feliz. Como debe ser.

Y es una maravilla leer los recuerdos de Apolo y todas sus (fracasadas) relaciones amorosas. Oh, Apolo.

Sin embargo, los nuevos personajes no se roban toda la escena (la escena es de Apolo, hoy, mañana y siempre), y tenemos oportunidad de ver aspectos que no habían podido ser explorados anteriormente en personajes conocidos, como la inseguridad de Leo de estar en una relación, los deseos de Calipso de llevar una vida «normal» a ver qué tal, y más del pasado de Meg. Y aquí a nadie le molesta ver a las Cazadoras de Artemisa haciendo lo que mejor saben hacer.

La historia maneja como siempre sus buenas dosis de acción, humor y mitología, en una novela cuyo estilo no deja de ser sencillo de leer (y recordemos aquí que el público objetivo son chicos de escuela secundaria), dándonos suficientes pistas para descifrar el rumbo de la historia, y que sólo nos deja con ganas de más, aunque lamentablemente tendremos que esperar un año más para leer la tercera parte de Las Pruebas de Apolo.

ModoGeeks le da a The Trials of Apollo: The Dark Prophecy 10/10 avestruces (y una elefante) de combate.