CHiPS: Patrulla Motorizada Recargada es una película de comedia, y de las películas de este género se esperan, en general, diálogos jocosos que se mantengan apegados a un buen guión (sin esto, caemos simplemente en el hueco de hacer chistes escatológicos y esa clase de cosas). En general, la película cumple en este aspecto. Si te quieres reír, te hará reír; no está allí para tocar una fibra emocional, ni mucho menos. Esa no es para nada su intención. Y, al no tomarse en serio, el resultado es un humor basado en la risa fácil pero que, apoyado con un buen visual y dinámica de trabajo (y esta existe entre sus protagonistas, Dax Shepard y Michael Peña), realmente puede sacar alguna que otra carcajada sorpresa.

Algo que si hay que tener en cuenta es que CHiPS es una comedia para adultos. 15 segundos tras los créditos iniciales, tenemos el primer desnudo parcial, y a los 5 minutos el primer desnudo total. Y no se trata de los únicos. El sexo y la violencia son los temas a destacar. Con un Frank «Ponch» Poncherello (Michael Peña) obsesionado con el sexo y un Jon Baker (Dax Shepard) acostumbrado a la violencia, no había que esperarse algo diferente. Sin embargo, y debo volver a la dinámica de equipo, la película logra barajar ambos aspectos y unirlos a su sencilla trama: Un par de policías, uno experimentado y otro un novato, deben resolver un crimen. Y lo logran más o menos, sin salir heridos, más o menos, y con pocos daños colaterales… más o menos.

Un tema a destacar es el villano de la película, LT (Vincent D’Onofrio). Se nos introduce muy desde temprano, tanto con motivaciones como con planes y dilema moral, y se revela su identidad desde un principio. Quizás mantener este aspecto más en secreto habría logrado que un par de revelaciones al final tuviesen algún sentido. porque cuando tienes hora y media sabiendo que un personaje es malo y te hacen la «gran revelación» en los últimos minutos… pierde el chiste. Y, habiendo dicho esto, se trata de un villano increíble. Es, de lejos, el personaje más complejo de la historia, con el trasfondo más elaborado (aunque poco, sí) y con un arco que en lo que se desarrolla la película, explica sus acciones. En esto, supera por mucho al desarrollo de los protagonistas.

De nuevo, se trata de una comedia que no buscaba revolucionar el género, y no está ni cerca de lograrlo, pero funciona de forma orgánica dentro de su propia historia.

CHiPS es una película que entretiene. Que en su hora y 40 minutos de duración te mantendrá interesado en lo que ves, te sacará buenas risas, te sorprenderá y… a quien engañamos, te mostrará buenos desnudos.

A CHiPS: Patrulla Motorizada Recargada le damos 7/10 placas de policía.