John Wick una vez mató a tres tipos en un bar… usando solo un-
Sí, lo sé. Un lápiz. Todos conocen la leyenda…

Seamos honestos. ¿Quién no conoce a John Wick? Todos lo conocen. Tanto en su mundo, uno lleno de asesinos expertos, pactos de sangre, códigos de conducta y etiqueta a la hora de matar, como en el nuestro. Su leyenda, que surgió en 2014 cuando Keanu Reeves protagonizó una película de moderado presupuesto de 20 millones de dólares, se extendió por todo el mundo en lo que muchos consideran una de las mejores películas de acción de los últimos tiempos. Y ahora, con el capítulo 2 de la historia, podemos adentrarnos un poco más en su mundo y conocer, de una vez por todas, si John es realmente esa leyenda de la que tantos hablan.

Oh, y sí lo es…

Los contratos

La última vez que dejamos a John, parecía decidido a abandonar su vida de asesino. Ya lo había hecho una vez, y esperaba hacerlo de nuevo, pero la vida de un asesino no es tan sencilla, y mucho menos la del mejor de los asesinos. John regresa en esta oportunidad buscando lo único que no pudo recuperar en la primera película: su auto. Y una vez logrado su cometido (después de pasar por una serie de… eh… problemas) regresa a su apacible vida en solitario con su nuevo perro. Pero es entonces cuando Santino D’Antonio (Riccardo Scarmacio) toca su puerta y le muestra una extraña moneda con su sangre en ella: un pacto de sangre, y cuando un asesino hace un pacto de sangre, no puede romperlo.

Así es como John vuelve a las andadas, cuando un mafioso sin escrúpulos lo obliga a volver a hacer aquello que tanto odia, solo para satisfacer sus ansias de poder.

Pero no nos engañemos. John es un asesino, y uno bueno, así que son muy pocos los escrúpulos que puede llegar a tener, aunque le admiremos como protagonista.

La ejecución (literal y metafórica)

Chad Stahelski dirigió la primera parte de John Wick acompañado de David Leitch. Y si bien esta vez Stahelski dirigió solo, hizo un maravilloso trabajo en traer de vuelta lo que tanto se disfrutó de la primera película. Las escenas de acción son limpias (tan limpias como pueden ser, dejando de lado los charcos de sangre) y están bien ejecutadas. Las tomas largas, en las que vemos el desarrollo de los combates sin los típicos cortes de cámara usado por otros directores para dar mas «fuerza» a los mismos, nos permiten mantenernos enfocados en la acción que está ocurriendo sin distracciones aceleradas.

John se mantiene siendo el mejor, pero esto no significa que no haya otros casi tan buenos como él, y Stahelski se tomó esta oportunidad para demostrarnos que cualquier asesino es tan peligroso como el más peligroso de los asesinos, si tiene las herramientas correctas. Y créanme, cada uno de los asesinos que vemos en esta película, tiene esas herramientas.

Los asesinos

Lo que más resalta de John Wick es que Derek Kolstad, encargado del guión, encontró la manera de hacer a cada asesino tan interesante como John. Y miren que aquí hay muchos más que en la primera. John sigue siendo, después de todo, un tipo de cuidado, y cuando la trama lo lleva por un camino difícil de transitar, se encuentra con que debe utilizar cada una de las herramientas a su disposición para salir del hueco en el que cae. Y cuando decimos todas las herramientas, hablamos de cosas tan mundanas como, por ejemplo, un lápiz.

Lo que más resalta de la película, algo que la primera ocultó a drede, es cómo llegamos a conocer mucho más del mundo de los asesinos. Cómo se maneja, cómo trabajan los contratos, las conexiones que existen en todo el mundo… John viaja a Roma, y allí se mueve como en casa porque en cada gran ciudad hay un Continental y eso significa un lugar seguro para los asesinos. Hasta que uno de los suyos rompe el pacto, por supuesto.

Veredicto

John Wick 2 es la película que esperábamos que fuese. Tiene todo lo que la primera, pero mejor. Trae cosas que no habíamos visto y que funcionan. Es lo que cualquiera esperaría de una secuela y rompe esa vieja maldición que dice que las segundas partes nunca son buenas. John Wick 2 – Un Nuevo Día Para Matar es mejor que su antecesora, por lo menos para este humilde servidor. Y eso lo sabrán ustedes cuando vayan a verla.