Fue un día triste para el mundo de la animación (y en verdad, para el mundo en general) cuando se confirmó en 2013 que Hayao Miyazaki se retiraría de las películas animadas para dedicarse a proyectos más pequeños y menos complicados. Pero es difícil mantener quieta a una de las grandes mentes creativas del cine y el anime, y el mismo Miyazaki anunció que a pesar de haber estado trabajando en «Kemushi no Boro» («Boro la Oruga«), un corto hecho con animación generada por computadora para el Museo Ghibli, no se encontraba satisfecho con presentar el proyecto como un corto, por lo que hizo la propuesta para llevarlo a una película con todas las de la ley.

De convertirse Boro en una película, llevaría al menos 5 años concluirla, con Miyazaki alcanzando los 80 años al final del proceso. El fundador del Studio Ghibli mencionó en su propuesta que el plan es concretar el proyecto para el 2019, justo a tiempo para las Olimpiadas en Tokio en el 2020, y a pesar de -todavía- no haber recibido aprobación para el mismo, Miyazaki ya se encuentra dibujando storyboards para la película.

Seamos honestos, Ghibli no puede dejar pasar esta oportunidad.

Mientras tanto, el director seguirá con su trabajo en los cortos animados para el Museo Ghibli. Kemushi no Boro se presentará el año que viene como un corto de 12 minutos exclusivamente para los visitantes del Museo, y cuenta la historia «de una pequeña oruga peluda, tan pequeña que podría aplastarse entre tus dedos». Pero como se trata de Hayao Miyazaki, probablemente terminemos llorando gracias a esa oruguita.

Si el proyecto recibe luz verde o no finalmente, depende de Studio Ghibli, pero -o al menos eso esperamos todos por aquí- no deberían dejar esta oportunidad de darle una última película a Miyazaki. Sé que al menos yo la vería, y con todo el gusto del mundo.

Fuente: ANN