Vivimos en un mundo modernizado, en el que las historias de nuestro día a día suelen estar llenas de rutinas, anécdotas un tanto pesadas y mucha tecnología. Es por ello que encontrar un narrador de historias como Kubo, siempre nos va a alegrar el día, y es precisamente lo que quiero contarles sobre Kubo y la Búsqueda Samurai.

Esta película, ambientada en un universo japonés de leyenda, nos muestra la historia del pequeño Kubo, un jovencito que ha tenido bastantes dificultades incluso desde bebé. A pesar de esto, en Kubo tenemos un protagonista perseverante y disciplinado, pero de muy buen corazón y con unas habilidades mágicas heredadas de su madre, una descendiente directa del Rey Luna. Para manifestar estas habilidades, el chico utiliza un shamisen, y su música logra animar figuras de origami mientras se dedica a contar las impresionantes historias del guerrero samurai Hanzo.

El viaje de Kubo comienza con la interferencia de sus tías, quienes están tras el jovencito y uno de sus ojos. El primero de ellos lo perdió cuando era bebé y se encuentra en el rostro de su abuelo el Rey. Su madre se sacrifica para protegerlo, dejando su energía mágica en una figurilla de Mono que el chico lleva siempre consigo. Como podemos suponer, sí, esta figurilla toma vida y acompaña a nuestro jovencito durante la mayor parte de su viaje. El otro de sus acompañantes es un Escarabajo encantado con el espíritu de un Samurai que se encontraba al servicio de Hanzo, el heroico padre de Kubo que murió tiempo atrás. ¿Recuerdan lo que les mencioné sobre origami mágico? Kubo posee también una figurita de papel rojo basada en Hanzo, que se encargará de guiarlos durante la mayor parte del camino.

El objetivo de los viajeros es reunir las piezas de la armadura que usaba Hanzo en sus días de guerrero y que protegerán al pequeño Kubo en su enfrentamiento con sus tías y, eventualmente, con el Rey Luna. Hay diversos elementos de acción en la travesía, que son bastante comunes en películas de este tipo, pero logran mezclarse muy bien con la historia y están acordes a la naturaleza de los personajes. De igual manera, los elementos culturales y religiosos relacionados con el budismo y el sintoísmo se establecen desde el principio y se convierten en el medio perfecto para iniciar el avance de la trama.

Otro de los aspectos más especiales de esta película es, sin duda, que se trata de animación stop motion. La animación está tan bellamente lograda, que es bastante difícil darse cuenta durante la mayor parte del tiempo de la cinta que no se trata de animación digital. Tiene muchísima fluidez, en especial en lo que respecta a la animación de las construcciones de origami de Kubo y los suaves movimientos que posee cada uno de sus personajes.

Por supuesto, Kubo nos entrega un gran mensaje al final: El fin de una historia no es más que el comienzo de otra. Kubo es el comienzo de una nueva historia maravillosa, iniciada por sus padres. Esta historia, pasando por los habitantes de su aldea, logra llegar a su abuelo y cambiar por completo su corazón. La perseverancia y la inventiva del chico al final construyen un mundo en el que su abuelo puede convivir en paz, un mundo en el que sus padres están llenos de orgullo por su hijo, y un mundo en el que, para no perdernos todas las aventuras del pequeño Kubo, si vamos a parpadear, debemos hacerlo ahora.

Damos las gracias a Universal Pictures por la excelente oportunidad de disfrutar esta hermosa película.