En la actualidad, el 95% de nuestro tiempo libre lo pasamos al teléfono. Lo leí por ahí en alguna estadística. Lo cierto es que, aunque parezca un número descabellado, no es tan difícil de creer. Para muchos el teléfono celular es un medio para trabajar, una forma de mantenerse comunicados o simplemente un medio informativo. Pero, para la gran mayoría, se trata del mejor dispositivo para jugar. ¿Qué pasa cuando la vida real, la telefonía móvil y los videojuegos -pero, sobre todo, el anonimato- se convierten en parte fundamental de nuestras vidas?

De eso se trata Nerve.

nerve

Nerve nos cuenta la historia de Vee Delmico (Emma Roberts), una estudiante de secundaria. Vee es tímida y, según sus amigos, muy aburrida para tomar riesgos. Tras una serie de eventos que la hacen cansarse de ser vista como la chica predecible, Vee decide unirse a Nerve, el juego de moda. Nerve no es mas que una aplicación a la que te registras pagando una cuota de 19.99 dolares y en la que puedes escoger si ser Observador o Jugador. Los Observadores miran y ponen retos a los Jugadores, quienes van ganando dinero al cumplir dichos retos y, a mayor dificultad, avanzan a la lista de los «10 mejores».

Es cumpliendo su primer reto, «Besar a un desconocido por 10 segundos», donde Vee conoce a Ian (Dave Franco), un chico que también está jugando. Tras su primer encuentro, los Observadores deciden que Ian y Vee son una bonita pareja, por lo que comienzan a ponerles retos juntos… mientras la pareja se enamora poco a poco.

Hasta aquí, todo parece un poco predecible, ¿no? La chica linda pero tímida, el arriesgado muchacho que se fija en ella y se enamora… Pero Nerve esconde una subtrama bastante oscura, y es aquí donde entra el problema con el anonimato a través del internet. La app Nerve es controlada por un grupo de hackers que, cuando aceptas entrar en el juego, se apoderan de todos tus datos e información personal y comienzan a manipularte para que hagas lo que ellos quieran. Todo esto para entretener a los Observadores, atraer a más jugadores y ganar más dinero, sin importarles que personas, amistades y familias salgan lastimadas… o incluso muertos.

Nerve ataca directamente el tema de lo peligroso que es el internet en la actualidad. Incluso una aplicación que se ve relativamente inofensiva puede apoderarse de toda tu información si así lo establecen sus Términos y Condiciones (¿esos que nunca lees?) y todos estamos ante la merced de los ladrones de identidades. La película lleva este problema un paso más allá y nos lo muestra jugando con la vida de Vee, quien aunque logra salirse del juego hacia el final de la película, descubre el triste pasado de Ian, quien es prácticamente un esclavo del juego desde hace mas de un año.

Mas allá de la trama, se reconoce el trabajo de los actores. Emma Roberts es capaz de transmitir la timidez de Vee cuando es necesario, y podemos sentir su miedo en la pantalla, al igual que su coraje. En el caso de Dave Franco, si bien estamos acostumbrados a verlo siendo el chico seguro y rebelde que no le teme a nada, también vemos como poco a poco se cae esa cara y conocemos al verdadero Ian. Verlos interactuar es algo casi natural, como si fuesen verdaderas almas gemelas que acaban de conocerse e inmediatamente conectan. Incluso dentro de lo terrible que puede llegar a ser el juego para ellos, ambos encuentra un comfort el uno con el otro que es palpable.

Nerve, sin embargo, peca de muchos clichés, lo cual no es decir algo malo. La chica que, vista bien, es hermosa pero aparentemente nadie quiere. La mejor amiga que es menos que ella, pero es más popular por ser más atrevida. El amigo tímido que está OBVIAMENTE enamorado pero que no es tan varonil como para llamar su atención. Y, por supuesto, el chico que es su completo opuesto y que en cualquier otra situación no se habría fijado en ella. Pero al final terminan enamorados gracias a su entorno. A pesar de que hemos visto esto muchas veces en el cine, no es algo que se sienta fuera de lugar en Nerve; debe ser así para que la película funcione, y lo logra con creces.

El final de la película (sí, al final ganan los buenos y triunfa el amor) es esperado, pero con buenos giros. La interacción entre los protagonistas y un tercer jugador se entrelaza poco a poco a lo largo de la cinta, y al final juega un papel muy importante para que el desenlace tenga sentido. Cada personaje tiene un rol importante y en general se puede decir que tiene un desenlace perfecto. Con moraleja inesperada incluida.

Nerve no va a cambiar tu vida, pero te hará pensar dos veces en qué descargas en tu teléfono.

Queremos dar las gracias a la Cinematográfica Blancica por invitarnos al evento para disfrutar de esta buena película.