La espectacular primera parte del final de una saga llega a las salas de cine con Divergente: Leal, y el equipo de Modogeeks estuvo presente para disfrutar el estreno, gracias a Cinematográfica Blancica. ¿Cuáles fueron nuestras opiniones? ¿Qué fue lo que observamos? Quédate a descubrirlo.

Divergente: Leal nos muestra los eventos desde el punto de vista de Tris (Shailene Woodley) y cómo el mundo en el que nació se encuentra de cabeza desde los acontecimientos de Insurgente, la segunda película de la saga. Tris y Cuatro (Theo James) continúan enfrascados en buscar la forma para escapar del domo que envuelve la ciudad de Chicago. Los eventos que esperaban le pusieran fin al sistema de facciones y permitiera que llegara la prosperidad a la ciudad han degenerado en una nueva distopía dentro de la ya existente, y la única esperanza de salvarlo todo parece ser el mensaje que descubrió Tris en el que se le invita a salir del domo y encontrar «La verdad».

Es aquí donde comienza la verdadera aventura, con Tris y su grupo de amigos más cercanos escapando del domo, enfrentándose a lo que hay más allá y descubriendo que su sociedad quizás no sea la más difícil con que se hayan topado. Fuera del domo existen varias ciudades, aisladas, que se encargan de monitorear diferentes experimentos que permitan reconfigurar el ADN humano a lo que inicialmente fue, antes de que la eugenesia lo desintegrara. Chicago es una de esas ciudades, y así como Tris la salvó, debe trabajar junto a David (Jeff Daniels) para salvar al mundo; todo esto mientras se desarrolla una trama de racismo y guerra en Chicago, donde desde la partida de Tris las cosas se han ido cuesta abajo y Johanna (Octavia Spencer) y Evelynn (Naomi Watts) se pelean por el control de la ciudad, a costa del exterminio de todos aquellos que piensan diferente.

Si bien se oye complicado, la narrativa permite seguir con claridad el rumbo de los acontecimientos sin que nos perdamos en las diferentes tramas que se llevan a cabo. Los saltos entre Chicago y el exterior se sienten naturales, y en algún momento nos encontramos observando cómo se desarrollan eventos en 3 zonas diferentes: Chicago, el exterior y Providencia, el núcleo de toda la civilización exterior y donde recae la importancia de Tris para el futuro.

divergente: leal

El problema de la película, sin embargo, yace en el uso excesivo de la pantalla verde y el CGI para dar vida a este universo. Incluso más que en las entregas anteriores, Leal se afinca en los efectos visuales para convencernos de que estamos en el futuro y, si bien es importante para la trama y nos ofrece imaginativas formas de ver a dónde podría llegar la tecnología en unos años, por momentos se siente que es demasiado y los efectos cansan la vista. Una sencilla escena en la que los héroes observan el horizonte puede llegar a verse incluso más falsa que el mismo grupo de personas trepando un muro de cientos de pies usando cuerdas, y eso sin mencionar la escena del helicóptero.

No hablemos de la escena del helicóptero.

Otra situación que a muchos les pareció traída de los cabellos, fue la relación entre David y Tris. El hombre, a quien no tiene 24 horas de conocer, se convierte en una especie de figura paterna importantísima para la protagonista, quien no solo confía en el extraño desde el momento en el que le conoce, sino que se deja engatusar por los halagos y cumplidos que lanza hacia la muchacha, a quien define como «pura» y, por ende, completamente diferente de los «dañados» de Chicago, incluidos su hermano Caleb (Ansel Elgort) y su pareja, Cuatro. En algún punto vemos cómo incluso antepone la palabra de David sobre la de los otros, en un comportamiento que lejos de hacerla ver como la heroína «fuerte y diferente» que nos han vendido en la saga, la encasilla en el papel de «niña malcriada» por una buena fracción de la película.

La acción se desarrolla también plagada de efectos visuales pero, en este caso, es más comprensible que así sea y en momentos resulta impactante, como la ya mencionada trepada del muro o la lucha utilizando la tecnología de drones proporcionada por David.

Las actuaciones no están mal, aunque tampoco son sobresalientes en algunos casos. Caleb  apenas se hace sentir y por un momento casi nos olvidamos por completo de la existencia de Christina (Zoë Kravitz), para que se nos recuerde que está allí una media hora después. Cuatro continúa siendo Cuatro, fuerte e invencible, y Tris, contra todo pronóstico, vuelve a salirse con la suya, como era de esperarse.

Leal es la primera parte del final de una trilogía que ha recaudado millones en taquilla y, si bien se siente algo lineal en comparación a sus precuelas, no dejará decepcionados a los fanáticos al responder interrogantes, crear algunas más y plantearnos al enemigo final de la saga como ser casi omnipresente.