ADVERTENCIA DE SPOILERS
Chanel compra un regalo para sus minions
Es época de agradecer y dar, y la heredera Oberlin lo sabe, por eso aprovechará las ofertas del Black Friday para humillar a algunas personas de la cola hacia el centro comercial y comprar regalos de mal gusto para todas sus minions rosa. Y encima, para que el gesto barato no se vea opacado por la alegría de la sorpresa, se ha llevado a todas las Chanel para que vean en vivo y directo la hipocresía de su arrumaco.
Mas cuando toda la magia de la navidad toca el oscuro corazón de Oberlin, como que si de los tres fantasmas de Scrooge se tratara, y decide regalarles jeeps rosa a todas sus copias, el Diablo Rojo aparece con una ballesta para terminar con las compras navideñas.
Por supuesto las chicas corren en estampida hacia su único escape, todas, excepto Chanel. Ésta tuvo uno de estos arranques de valentía irracionales propios de los protagonistas de películas de terror que siempre mueren, y en una demostración de poco sentido común, decide enfrentar al asesino bajo el grito de guerra “Yo soy la copresidenta de KKT” – Y aquí es cuando el público tiene que preguntarse ¡¿Pero qué rayos tiene que ver?!
Por supuesto, en lo que el Diablo Rojo la hiere en el hombro con una flecha, el dolor le roba todo coraje y sus ganas por escapar se renuevan.
Justo cuando el Diablo Rojo se preparaba para su tiro final, Chanel es salvada –gracias a la magia de la televisión- por la oficial Denise, quien fue guardia de seguridad de la universidad, líder de KKT y ahora, oficial del centro comercial. Mas lo bueno es que esta chica siempre viene cargada de un montón de alegorías a lo absurdo del terror.
Esta vez, teniendo al Diablo Rojo en sus manos, decide dar el típico discurso en el que el personaje explica cómo llegó hasta ahí, y anuncia que detendrá al villano y acabará con los asesinatos. Como era de esperarse, Denise termina preguntándose “¿Por qué habré hablado tanto en vez de dispararle mientras podía?” al ver como el asesino escapa una vez más de ser descubierto.
Chanel intenta matar a la Decana Munsch
Por alguna razón, aún sabiendo que el Diablo Rojo es la hermana gemela de Boone nacida en el incidente en la bañera de 1995, todas las hermanas KKT deciden que Munsch debe ser la asesina y que hay que matarla antes de que acabe con cada una de ellas.
Por primera vez, Grace está incluida en una escena divertida, haciendo algo que vale la pena y acompaña a Chanel a intentar envenenar a la decana con su bebida favorita, sidra de manzana. La decana, agradada por el gesto, toma el primer sorbo de la sidra con gotas de veneno de pez globo y entonces… nada pasa.
Los cinco minutos de “Grace tolerable” murieron junto con el intento de asesinar a Musnch y la chica abandona la fraternidad por dárselas de buena samaritana y no querer continuar con el plan. Así que esta vez las Chanel y Zayday invitan a la profesora a un día de spa en el que debía probar la cámara criogénica, lo último en belleza – y por supuesto con decenas de grados bajo cero que la dejarían convertida en hielo. Así que después de 20 minutos de congelarla a las más bajas temperaturas… la decana sale ilesa como que si de Elsa se tratara.
Obstinada como es, Chanel no se rendirá y su último intento de ahogarla en la piscina de la fraternidad, apuesta por la tercera es la vencida. Mas, llegado el momento, las demás Chanel se distrajeron atacando a la vendedora de una tienda de ropa interior que no quería cambiar las etiquetas para que Chanel #5 pudiera comprar ropa talla cero y la pobre Oberlin se quedó con los crespos hechos esperando a su equipo homicida.
¿Será que algo puede contra Jamie Lee Curtis?
Grace descubre el secreto de Pete o Cómo por fin, Murphy decide desarrollar otro personaje que no sea Chanel
Para los que se han dado cuenta de las pocas e inútiles apariciones de Pete a lo largo de la temporada, al parecer hicieron bien en prestar atención al marginado y aburrido personaje –ya que dicen que no hay papeles pequeños, sino actores pequeños, Diego Boneta debería tomárselo personal- porque al parecer siempre estuvo escondiendo algo.
Gracias a una de esas escenas tan encantadora e hilarantemente irrelevantes con las que Chad nos sorprende en cada episodio, nos enteramos que Boone era el informante encubierto a través del que Pete conseguía toda la información de sus artículos, y a quien tan amorosamente le deja su herencia compuesta por lubricante y tapones anales- que quizá si los usara en alguna escena le daría un toque más divertido al sonso Pete.
Luego de ser descubierto en una visita misteriosa a casa de Wes y de tener una conversación muy sospechosa en la que afirmaba “debía irse lejos”, es sorprendido por una Grace que ya que no tiene nada más que investigar o hacer que sea relevante para la historia, ha decidido perder su virginidad –y ya que estamos en el penúltimo episodio de la temporada, pues es ahora o nunca.
Pero Pete la rechaza diciéndole que no quisiera que su primera vez fuera con un “asesino”.
¿El asesino soy yo?
¿Será que, al igual que en todas las demás películas de suspenso, el asesino terminará siendo el menos pensado?
No te pierdas el último episodio de la temporada. Gritos, gritos y más gritos asegurados.
